El punto de partida de un buen maridaje reside en que el vino debe resaltar las características de los platos y viceversa.
La temperatura, el grado de acidez y la intensidad de los sabores son algunos de los factores más importantes a la hora de combinarlos, pero la clave del maridaje perfecto está en la paridad entre la cantidad de azúcar del postre y del vino.
A continuación vamos a recomendaros una serie de variedades de uva y tipos de vinos para cada postre.
Por muy raro que parezca, el chocolate y el vino tinto realizan un gran maridaje.
El amargor de los chocolates más negros potencia el sabor de vinos elaborados con la variedad de uva Cabernet Sauvignon, Tempranillo o Merlot (vinos con toques a frutos rojos pasificados).