Félix Solís agradeció con unas palabras este reconocimiento, otorgado tras seis décadas al frente de la compañía que fundó su padre en 1952, con las que dejó patente su satisfacción al frente de la compañía, que durante estos años ha crecido hasta convertirse en la única marca española de vino entre las diez más grandes del mundo: “Estoy muy agradecido por este reconocimiento que recibo en nombre de todos los que formamos parte de esta compañía. Una empresa familiar que siempre ha puesto en el centro al cliente, ofreciéndole el mejor equilibrio entre calidad y precio. Soy optimista en cuanto al futuro, contamos con un gran equipo de profesionales y seguiremos impulsando la calidad, la innovación, la sostenibilidad y la internacionalización como pilares fundamentales de nuestra estrategia”, recalcó al recoger el galardón.
Estos reconocimientos suponen un impulso para la compañía que cada día se esfuerza por estar en la vanguardia de la innovación. A este respecto, uno de los hitos recientes ha sido la construcción de su nueva bodega de crianza construida en Valdepeñas. Totalmente automatizada, tiene capacidad para albergar hasta 130.000 barricas y es uno de los proyectos más innovadores, sostenibles y eficientes a nivel mundial.